Los familiares y amigos despidieron ayer viernes a la profesora Diosila Martínez Villareal, de 34 años, quien fue asesinada y enterrada en una fosa clandestina, exigiendo que se haga justicia en medio de la tristeza que los embargaba en estos momentos.
La iglesia Inmaculada Concepción se quedó chica para el número de personas que acudieron para despedir a la docente, quien fue asesinada de un contundente golpe en la cara.
Durante la misa, la dirigente docente Dalia Morales, solicitó a las autoridades que este horrendo crimen no quede impune y se sancione a los responsables.
Los familiares de la profesora exigen a las autoridades judiciales no claudicar para ubicar a Roberto Moreno Grajales, principal sospechoso del homicidio.