En todo un misterio se ha convertido el homicidio del pastor chiricano Néstor Morales, de 51 años de edad, donde todo apunta que el responsable del hecho se lo tragó la tierra ya que las autoridades del Ministerio Público en la provincia de Chiriquí no mantienen captura por este hecho de sangre ocurrido para el mes de marzo en el sector de Canoas Arribas, sector fronterizo entre Panamá y Costa Rica.
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La fiscalía de homicidios en la provincia de Chiriquí, ha guardado silencio en cuanto a las investigaciones que se realizan en torno a este caso y que despertó en la población chiricana inquietud debido a que se trataba de un representante de la iglesia evangélica.
Han transcurrido más de cinco meses desde que se registrara el hecho que inicialmente parecía un accidente producto de una explosión de una computadora y que posterior a esto tras realizarle el examen de necropsia al predicador se determinó como causa de muerte laceración cerebral causada por proyectil de arma de fuego en rostro (disparo en el rostro).
Fuentes cercanas a la nota dan a conocer que la esposa del pastor, quien en todo momento manifestó que la muerte de su esposo se debió a quemaduras producto de la explosión de la computadora, ha sido indagada por las autoridades del Ministerio Público para conocer más sobre el homicidio de su esposo.
Familiares del pastor en reiteradas ocasiones han solicitado que se haga justicia y han solicitado al Ministerio Público agilidad para dar con los responsables de este homicidio y que no escapen de la justicia.
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En la residencia del pastor se han realizado múltiples diligencias para esclarecer el hecho de sangre que le costó la vida a este miembro de la iglesia evangélica en el distrito de Barú, pero el Ministerio Público ha guardado silencio en cuanto al hecho.