La situación de los inmigrantes en el sector fronterizo entre Panamá y Costa Rica presenta nuevas variantes.
Resulta que ayer llegaron unos 30 cubanos a Paso Canoas, mientras que 400 africanos deciden acudir a albergues en Costa Rica.
Pese a que las autoridades del Gobierno han señalado que el tema de los inmigrantes cubanos en Paso Canoas está controlado, la realidad es otra debido a que diariamente están llegando 30 isleños a la provincia de Chiriquí en el cordón fronterizo con Costa Rica.
Los cubanos llegaron procedentes de La Miel, Darién, y quedaron a la intemperie por la restricción que mantienen las autoridades en los hoteles Milenium y el Bond en el sector de San Isidro.
Se trata de un grupo de 30 cubanos entre niños, mujeres, hombres de tercera edad y jóvenes, que permanecían en la parte exterior del Bond, en San Isidro, sin poder acceder a las instalaciones que son cuidadas por unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Mientras, más de la mitad de la población de africanos que permanecían varados en la frontera entre Panamá y Costa Rica han decidido acudir a los albergues acondicionados por el Gobierno tico ante la situación migratoria que se vive en el lugar.
Los africanos se mantenían en el cordón fronterizo entre ambos países desde el pasado 15 de abril cuando Nicaragua les negó el ingreso y los mismos fueron devueltos por autoridades ticas.
La mayoría de la población que accedió a refugiarse en estos lugares eran mujeres embarazadas y niños, quienes en los últimos días estaban sufriendo enfermedades gastrointestinales y respiratorias debido a las inclemencias del tiempo.