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Mayoría de fanáticos veragüenses no entraron al Kenny Serracín
La madre de los hermanos Montilla, quienes juegan para el equipo de Veraguas, dijo que se trataba de una burla.
Tremenda trifulca se formó la tarde de este miércoles cuando centenares de fanáticos se molestaron al no encontrar entradas para ingresar al estadio Kenny Serracín en David, Chiriquí, debido a que estaba a su máxima capacidad.
La fanaticada veragüense, quién en su mayoría se quedó fuera del estadio, dijo que habían viajado desde lejos para apoyar a su equipo y se encontraron que no había entradas ya que todas habían sido vendidas. La madre de los hermanos Montilla, quienes juegan para el equipo de Veraguas, dijo que se trataba de una burla lo que estaba pasando, ya que ellos contaban con entradas de cortesía y no se pudieron cambiar ya que no había. "Que lástima que la mala organización empañe un deporte tan bonito como el béisbol, aquí no venimos a pelear con nadie, viajamos horas para llegar, como es posible que la murga todo se quede por fuera, me parece una falta de respeto, debió haberse guardado cintillos, esto no pasó en el Omar Torrijos, porque nos comportamos con altura", expresó la madre de los jugadores. LEA TAMBIÉN: Familia aún espera que regrese Rosa María Robles a su hogar Por su parte Carlos Cocheran, representante de la Fedebeis en Chiriquí, expresó que la capacidad total del estadio se dio a tempranas horas, por lo que procedieron a cancelar la venta. "Abrimos la taquilla desde las 9:00 de la mañana, seria irresponsable de nuestra parte dejar entrar más personas cuando el estadio estaba en su máxima capacidad, nunca se nos informó que teníamos que reservar entradas, pienso que debió haberse mandado un emisario a comprar los boletos y así tenerlos seguro, se conversó con Sinaproc, Policía y otras autoridades y esa fue la decisión por la seguridad de las miles de personas", expresó Cocheran. Policía custodia predios del Kenny SerracínPero no solo los fanáticos de Veraguas se quedaron por fuera, los chiricanos, también probaron el sabor amargo de solo escuchar lo que sucedía en las afueras del Kenny Serracín. La policía de control de multitudes tuvo que vigilar los predios del Kenny Serracín ante lo sucedido con la fanaticada, incluso una gran cantidad de unidades regulares custodiaban las puertas de entrada para seguridad de los fanáticos.