- hace además roscas de huevo y dulces que mucha gente le encarga para llevar a negocios.
Antes era casi común que cualquier persona en su casa hiciera pan asado en horno o preparara cualquier otro producto, esto con los años se ha ido perdiendo y hoy día son pocos los que hacen estas actividades.
En la ciudad de Santiago, muchas familias se dedicaban a fabricar pan casero o de cajeta o asar perniles de cerdo, esto lo hacían en hornos de barro o ladrillo.
Hoy se utiliza tecnología moderna para fabricar pan y ya casi no hay hornos que usan leña, y la gran ventaja es que el producto se hace en poco tiempo.
Antonia Alaín es una santiagueña que lleva más de 30 años de estar asando pan en horno de barro y su producto sigue teniendo preferencia por lo exquisito que es, por lo tanto es visto y desaparecido. En buen panameño, vende como pan caliente.
Explica que con el tiempo y con la utilización de nuevas tecnologías han ido desapareciendo los hornos de barro o ladrillo para la fabricación de pan.
Al pan asado en horno con leña le llaman también pan de cajeta, porque quienes lo compran para el consumo van a buscarlo a su casa y llevan cajetas para empacarlo y llevarlo a otros comercios aún con el caliente del horno.
Antonia sostuvo que de lunes a sábado se levanta a las 2:00 de la madrugada para empezar la faena de asar el pan y poder cumplir con sus clientes.
Prepara siempre entre 25 y 30 libras de harina y acostumbra hacer entre 500 y 700 unidades diarias, las cuales están comprometidas, es decir que tiene clientes fijos para su venta, los que van directamente a la mesa de conocidas familias.
Señala que su pan es hecho a mano, utiliza lo justo o lo necesario en los ingredientes y sobre todo cuida que no se exceda en fuego dándole un tono en el asado exquisito para sus clientes.