El voluntariado de la Asociación Nacional contra el Cáncer de Panamá Oeste celebró ayer el Día de las Buenas Acciones en el orfanato San José de Malambo, en Cerro Silvestre, Arraiján, llevando alegría y felicidad a muchos niños que necesitan apoyo en medio de las limitaciones.
Alrededor de doce personas, incluyendo al niño de 12 años, Aldo Cruz Cañizales, animaron la actividad, enseñándoles a jóvenes y a los más pequeños el valor de la amistad y el apoyo sin esperar recompensa, pensando en la satisfacción de ser útil con quien menos lo espera.
Betsy Quevedo, presidenta de Ancec, capítulo de Arraiján, dijo que con esta actividad se intenta recoger las intenciones de este sector del Oeste, en buscar de lo mejor para la organización y del aumento de su voluntariado, y así llevar mejoras hacia sus ciudadanos, esperando que las autoridades dirijan sus miradas hacia esta organización.
En la actividad hubo payasitas, trabajos manuales, regalos y, sobre todo, la alegría que se confundía con la conocida algarabía que con ello dan muestras de que las cosas están bien hechas.