- Según el padre Esaú Estrada, hay mucha fe y devoción al Cristo y por ello se organiza este lavatorio de forma ordenada para que todos tengan la oportunidad de observarlo, llevar su algodón y hasta agua bendita.
Con el lavatorio de los pies del Cristo de Esquipulas de Antón, arrancan hoy la fiesta religiosa más importante para este pueblo, devoto y fiel al que consideran el más milagrosos que llegó a las playas de Antón hace muchos años para quedarse.
Hoy, 6 de enero, muchos devotos acuden a recibir el algodón y el agua bendita del lavatorio de los pies del santo Cristo de Esquipulas, en una ceremonia presidida por el párroco Esaú Estrada.
Con el pasar de los años, la ceremonia se ha convertido en algo divino, más que una tradición, pues la devoción que expresan los fieles al observar como bajan al Cristo para luego lavar con agua sus pies en una canoa, que es considerada bendita y con propiedades curativas contra enfermedades.
La ceremonia religiosa se inicia a las 12:00 del mediodía con una la misa, pero desde tempranas horas de hoy los fieles devotos llegan a la iglesia para estar más cerca del santo Cristo cuando lo bajen, para lavarle los pies y cambiarle el sudario.
Para los feligreses, es una gran bendición llegar a tocar por lo menos los pies del santo, lo que es permitido por el sacerdote desde hace unos años, pero de forma ordenada para que todos tengan la oportunidad de estar unos segundos cerca del milagroso Esquipulas.
El padre Esaú Estrada, párroco de Antón, inicia la ceremonia religiosa acompañado de cánticos entonados por el coro Rayos de Esperanza; luego de finalizada la misa, el sacerdote da la orden a los hermanos del Cristo para bajarlo, ya que se encuentra en su camarín de vidrio que lo protege.
Una vez recostado, el santo es bendecido, lavado y le colocan el nuevo sudario y peluca como es tradición todos los años.
Este proceso es realizado por las hermanas del Cristo que están todos los años al pendiente del milagroso.
Se trata de un evento único, en donde niños, jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad y enfermos llegan con sus envases para recibir un poco de agua bendita que consideran milagrosa porque es la que ha curado a mucha gente que ha estado al borde de la muerte.
Muchos creyentes, al igual que el antonero Jorge Gutiérrez, creen que con solo tomar el agua del lavatorio o frotársela logran sanarse y esto lo agradecen al santo Cristo de Esquipulas.
Gutiérrez, residente en el norte de Antón, señaló que estaba ayer desde temprano en la iglesia orando y agradeciendo al milagroso Cristo por los favores recibidos.
Él asegura que hoy estará desde tempranas horas para tomar un puesto que le permita estar cerca del Cristo cuando el sacerdote lo esté lavando, pues con esto él y su familia estarán bendecidos todo el año.