Siguen tradiciones
Las nuevas generaciones en la provincia de Los Santos continúan preservando las tradiciones y se niegan a perderlas, como es el caso de la junta de embarra para la casa de quincha.
En el área limítrofe entre El Cocal y La Tiza, de Las Tablas, fue construida una casa de quincha, actividad que fue realizada por los moradores de este sector, donde los más chicos disfrutaron de esta bonita tradición.
El maestro Guillermo Cruz, quien participó de esta actividad, explicó que el proceso de la confección de la casa de quincha tiene su técnica, en cuanto al punto del agua y la calidad de la tierra.
"Lo primero que hay que pensar es en el material, primeramente en las horquetas, que sean resistentes, luego el enjaule y luego la preparación de la tierra", explicó.
Durante esta actividad, la celebración es muy festiva y simbólica, ya que el día de la víspera se colocan banderitas de colores que son colocadas en la parte del techo y significan cada padrino de la residencia, que es buscado por los dueños, y en este caso es la del joven Rigoberto Vega, de 26 años.
Para la junta de embarra deben asistir personas conocedoras y, por ello, fue buscado el señor Melqui González, del sector conocido como La Gallinaza, de Las Tablas.
Durante la actividad se necesitan personas para cargar el barro y para el embarre, ya que tiene también su técnica y es necesario que sean personas conocedoras.
La celebración es muy alegre, con saloma, grito y tamborito, mientras que las damas se dedican a la faena de cocinar el sancocho y la chicha de junta que se brinda a los trabajadores de la casa.
Tal y como ha sido la tradición, de esta misma manera se realiza hoy día por las nuevas generaciones, quienes tienen por misión pasar a los más pequeños para que no desaparezca.
Aparte de los materiales se necesita las ganas de trabajar. Hay mucha alegría y entusiasmo, para ver un buen resultado al final. Cada vez aumenta más el interés de los turistas por observar cómo se construyen las casas en Los Santos. El proceso es, a su vez, una fiesta para el pueblo, pues mucha gente se une para ayudar a construir la casa.