@josemadamesv
Las novenas en honor a san José Obrero finalizan hoy, siendo este el preámbulo a la gran fiesta religiosa que vivirá mañana el pueblo de Soná de Veraguas, quién acogió a este santo como su copatrono.
Y es que la devoción de los sonaeños hacia san José se remonta a los inicios del siglo XX, razón por la cual se decidió en aquel entonces erigir una capilla o santuario en honor a este santo.
Los pobladores acordaron construirlos sobre un pequeño cerro desde el cual se veía el resto del pueblo.
La señora Paulina Castillo, residente en la barriada Los Toretos de Soná, cuenta que mucha gente se unió para hacer realidad este sueño entre ellos albañiles, carpinteros y ebanistas, entre los cuales estaba su padre.
Mientras estos construían, otros realizaban contribuciones económicas para ver finalizada la obra.
La primera imagen de san José que llegó a Soná para reposar en el santuario, vino de España en una embarcación propiedad de don Checo Martinelli.
La imagen estuvo en la casa de la familia Amores hasta finales de 1913 cuando se inauguró la capilla y le ubicó en un lugar especial. Ese día se hizo una misa solemne con la participación de muchos feligreses.
José Montero, devoto y miembro activo de la iglesia, dijo que la veneración a este santo viene trascendiendo generaciones y cada año son más los que participan de esta festividad .
El acto religioso inicia con la misa campal desde las 10:00 a.m. a cargo del obispo de la diócesis de Santiago de Veraguas, monseñor Audilio Aguilar.