- Aproximadamente, la preparación completa para degustar tarda unas 6 horas.
- Para estas fiestas le llega pedido tras pedido, pero no tiene queja si hay trabajo y salud.
El tamal de maíz nuevo no puede faltar en la mesa de los chiricanos, tomando en cuenta que es una comida representativa de esa provincia. En el resto del país se prepara más el de maíz viejo.
La preparación de este tamal lleva su tiempo, pero vale la pena al momento de degustarlo.
Fulvia Carreño Navarro una mujer chiricana, quien por más de 15 años se ha dedicado a la preparación del tamal de maíz nuevo, cuenta cómo inicia todos los días su trabajo.
Una vez el reloj marca las 6:00 a.m., Fulvia sale de su casa en la barriada 20 de Diciembre en David, donde los vende, hacia el antiguo mercado público para comprar las mazorcas de maíz nuevo y preparar de 100 a 150 tamales por día.
Fulvia, para preparar unos 100 tamales, compra aproximadamente unas 100 mazorcas a un precio de 18.00 dólares.
Luego procede a comprar la carne de puerco, ya que en este caso los tamales van a ser preparados de maíz nuevo con carne de puerco.
Sin embargo, como las mazorcas le fueron vendidas ya peladas, ella corta el grano del maíz que luego es molido en una máquina manual, a la cual le han adaptado un motor para disminuir el trabajo y el tiempo de preparación. Esta labor la hace el esposo de la señora Fulvia, el señor Pacífico, y de esta manera sacar adelante la tarea diaria de preparar tamales.
Además, se muele el guiso, el cual es echado a cocinar con la carne de puerco.
Preparada la carne, es sacada en una bandeja para ser picada más pequeña, mientras que el agua producto del cocimiento de la carne, con el licuado de los guisos, es echada al platón donde se encuentra la masa del maíz nuevo y se revuelve para iniciar la preparación del tamal.
En tanto, la señora Fulvia saca otra paila donde se mantiene el refrito, como le llama, y que es la preparación de un guiso molido, pero este sí lleva pasta de tomate y caldos que le dan el color a la salsa, y así el aspecto del tamal de maíz mostrará en el centro un color a salsa roja.
Finalizado este procedimiento, ya todo está listo, pero aún falta algo: en qué va a ser echado el tamal para que hierba en el fogón. La señora coloca dos grandes pailas con agua hirviendo esperando por los tamales.