- Fue la tuna de Calle Abajo de las tablas la que tomó la iniciativa, entre los años 1957 y 1958.
- esta fiesta de año
- nuevo es la más esperada por mucha
- gente de las tablas y del Todo el país.
La fiesta más antigua de fin de año en Los Santos es sin lugar a dudas la tuna de medianoche, en la región de Las Tablas, parranda en la que hoy no solo participan los lugareños, sino también muchos capitalinos y extranjeros.
Pero, ¿conoce usted cuándo y cómo surgió esta tradición de Año Nuevo en Las Tablas?, bueno en un recorrido por el pueblo de Las Tablas encontramos a Edwin Domínguez, quien relata que la tuna de fin de año era con caja y tambor, y las tres primeras piezas eran dedicadas a los niños.
El profesor Luciano Cedeño, quien formó parte de las primeras juntas del Carnaval de Calle Abajo de Las Tablas, relata que esta celebración era con tunas de tamborito y que se originó porque existía una tristeza en las calles, ya que la mayoría de las personas se reunían en familia.
Destaca Cedeño, conocido como el profesor Chanito, que fue la tuna de Calle Abajo la que tomó la iniciativa, entre 1957 y 1958, de hacer la tuna de medianoche con tamboritos.
Años después, específicamente en los 70, se introducen las murgas, haciendo un poco más grande esta tradición.
La verdadera tradición inició con varitas de virulí forradas con papel crespón y luego le colocábamos los globos para llevarlos en las manos, y las reinas llevaban vestidos de gala, así celebraban esta fiesta, según Cedeño.
Todos esos adornos se confeccionaban en la residencia de la señora Estelvina Quintero, en el barrio de Punta Fogón.
Sin embargo, todo cambió cuando Linda Tejada, en 1981, iba a ser coronada por Ana Gloria Román Vega, allí es cuando el profesor Luciano Cedeño decide sacar por primera vez un carro alegórico para despedir el año de 1980 y entrar al 1981.
Para ello, sacaron los disfraces del año anterior para colocárselos al carro y de esta manera hacer lucirlo mejor que la tuna contraria, que era de Calle Arriba.
Luego, Calle Arriba fue siguiendo los pasos, y es entonces que esta tuna realiza por primera vez el culeco de Año Nuevo.
Entre las anécdotas que recuerdan en estas fiestas, es cuando Cristina Grimaldo (q.e.p.d.) y Edgardo Chiche De León (q.e.p.d), motivados por la alegría y euforia de la tuna, caen en un hueco en la calle Joaquín Pablo Franco, cerca de la escuela Presidente Porras.