La falta de un puente colgante o un vado en la comunidad de Tucué en el norte de Penonomé se convierte en una limitación y un peligro para cientos de estudiantes que deben cruzar por el río exponiendo la vida.
Los estudiantes, cuando el río no está muy crecido, se arriesgan y se quitan sus zapatos y con sus útiles escolares en un cartucho cruzan el río.
José Flores, residente de la comunidad de Paso Real en Toabré, es estudiante y de lunes a viernes debe cruzar el río y, por obligación, quitarse sus zapatos y meterlos en una bolsa de plástico, al igual que el resto de sus compañeros, para llegar a la escuela y al regresar a su casa repite el proceso, con mucho susto cuando llueve porque teme una cabeza de agua.