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Yo no sé en qué universidad estudiaron periodismo si es que lo estudiaron- varios de los anchor de noticias o moderadores, conductores y presentadores de los programas informativos del país.
En el periodismo y televisión que yo aprendí nos decían que los presentadores no tomaban posición política, ni a favor ni en contra. Sus expresiones estaban fríamente calculadas y uno al sentarse a verlos ni siquiera se imaginaba con qué bando político se identificaban quienes tenían la responsabilidad de informar. Era tal el profesionalismo que uno como audiencia no encontraba forma, ni siquiera, de sospechar a quiénes apoyaban o no. Qué noticia le daba frío o cuál entrevistado le producía diarrea. Solo transmitían la información. Punto.
Hoy es todo lo contrario. Ahora esto es una verdadera locura. Hoy sentarse a ver televisión informativa es un ejercicio mental nada fácil para el televidente. Primero, uno tiene que traducir las expresiones corporales de las caras que van desde amargura, pasando por descontento, torcer la boca, mover la bemba, fruncir el cejo, subir la ceja, gesticular, ademanes, y todo esto terminando en apoyo o rechazo político a un bando. Después, uno tiene que escucharles sus opiniones, que por cierto nadie les pidió, para al final y solo al final, uno tratar de comprender el fondo de la noticia muchas veces dejando más dudas que respuestas. Todo esto, sin contar con las posiciones apasionadas no conforme con que hablan muy mal y no saben improvisar una oración - que tienen algunos reporteros sobre un tema; y súmele la sal, pimienta y ketchup que a la nota le agregan. Señoras y señores, lo siento, pero eso no es periodismo y mucho menos periodismo televisivo y pasa igual en TVN como en Telemetro como en RPC como en Nex.
¿Quién les dijo a los anchors que a la audiencia les interesa saber lo que ellos opinan? ¿Qué nivel de ego tienen que se creen más protagonistas que la propia noticia? ¿De dónde han sacado, cuál es el estudio que reflejó que la audiencia quiere saber más lo que opinan ustedes que la información que presentan como contenido de las piezas?
En las mañanas yo le apagaría el micrófono al Sr. Luis Fernando Del Río de TVN, opina hasta del comercial. Al medio día la reina de la opinión es la Sra. Vanessa Calviño ¡impresionante! En las tardes el arrebatado del Sr. José Escobar y Sra. Jenia Nenzen ahora son, además de anchors, opinólogos. La Sra. Siria Miranda con su horror despierta horror; en Nex el Sr. Iván Donoso no hay bloque que cierre él sin que opine antes de ir a comerciales y ni hablemos del Sr. Álvaro Alvarado y la Sra. Castalia Pascual porque eso ya es casi-casi un monólogo con tiempo aire cuadriplicado.
Uno comprende son seres humanos, que sienten, que no son de palo. Que una noticia puede afectarles o no. Opine en su casa, con sus amigos o fuera de cámaras. El mejor periodista no es el que más indignación o sapiencia quiere demostrar a cuadro. ¡No! El mejor anchor es aquel que sin verlo y con solo escuchar lo que lee, la gente le cree porque ha sido tan balanceado en sus formas y trabajo que nadie logra, ni asumir, a quién apoya o no. Ese es el verdadero buen anchor. ¡Ubíquense!
