El excerrador de los Yanquis de Nueva York, Mariano Rivera, ha estado bajo la lupa esta semana debido a los líos legales que enfrenta por afectación de los derechos de los dos hijos nacidos fuera del matrimonio, que residen en Panamá.
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En este sentido, el nuevo integrante del Salón de la Fama reconoció hace un par de años públicamente, durante un acto religioso, que había sido infiel.
La página cristiana BreatheCast reportó su testimonio de vida, el cual se produjo en una iglesia de Brooklyn, Nueva York, ante 3,200 personas.
Rivera dijo que al inicio de su carrera veía el éxito como una bendición, pero luego, con todos los elogios y la fama, rápidamente comenzó a pensar que era "el hombre" (en relación a que tenía el poder).
Entonces Mariano confesó que había cometido adulterio con varias mujeres, a pesar de estar casado.
"Estaba haciendo cosas malas: adulterio. Estaba lejos del Señor y me convertí en un mentiroso", manifestó Rivera.
Sin embargo, Rivera aseguró que le oró a Dios y pudo volver al camino correcto. Se acercó más a la Iglesia, para compartir su experiencia y ayudar a los demás. El panameño ahora predica en público y alienta a las personas a que pongan a Dios de primero en sus vidas.
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De hecho, tras su retiro, el panameño ha ocupado gran parte de su tiempo a las actividades religiosas.
Con datos de Panamá América