Nunca abandonó a su gente

Mariano Rivera ha vivido de cerca la batalla contra el nuevo coronavirus, al tener la iglesia que dirige Refuge Of Hope en la ciudad de New Rochelle, que pertenece al condado de Westchester, uno de los más golpeados por esta pandemia.

New Rochelle fue uno de los primeros epicentros del coronavirus en Nueva York, atrayendo a la Guardia Nacional, después de que el gobernador Andrew Cuomo anunciara un "área de contención" con un radio de 1.6 kilómetros para detener su propagación, luego del descubrimiento de un grupo de casos.

"El tiempo fue devastador. Esa es básicamente nuestra casa", le dijo Rivera a Jack Curry de YES Network.

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Al tener este panorama, Rivera junto a las personas de su iglesia organizaron una campaña de alimentos para ayudar a aquellos ciudadanos que luchan económicamente cuando las empresas y los restaurantes cerraron.

"Sabiendo que la ciudad se infectó con el coronavirus, tuvimos que generar confianza", manifestó Rivera, quien se convirtió el año pasado en el primer jugador en ingresar al Salón de la Fama con la totalidad de los votos.

"Tuvimos que traer la paz en medio de tiempos difíciles", agregó.

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Hasta ayer, en el condado de Westchester se habían reportado 23,803 casos positivos con el virus y 831 muertes, según el New York Times.

"Recuerdo cuando el atentado del 11 de septiembre sucedió. Fue un momento difícil para Nueva York", manifestó Rivera.

"Gracias a Dios, tuvimos el juego de béisbol y continuamos y pudimos traer algo de alegría, paz o momentos de reflexión en esa situaciones. Ahora, en este momento, nuestros héroes son médicos, enfermeras, personal médico, bomberos y policías. Esos son nuestros héroes. Pero, sobre todo, médicos, enfermeras y todo el personal médico, que dejan a sus familias para poner sus vidas en peligro para mantenernos a salvo", finalizó.