Un grupo de cinco jóvenes provenientes del norte del distrito de Santa Fe y de la provincia de Bocas del Toro se encuentra viviendo en condiciones extremas de pobreza en la ciudad de Santiago, en la vía Interamericana. Los jóvenes, que han construido una precaria vivienda de techo de plástico cerca de una quebrada, intentan sobrevivir mientras buscan empleo para salir adelante.
Estos jóvenes llevan varios meses buscando trabajo sin éxito, lo que les ha obligado a permanecer en esta situación desesperada. Procedentes de comunidades lejanas como Guázaro, Río Veraguas, Calovébora y Bocas del Toro, aseguran que su única intención es encontrar un empleo que les permita sostenerse y enviar recursos a sus familias, quienes también viven en condiciones de extrema pobreza.
Carlos Ortega, un educador de Veraguas, expresó su preocupación por la marginación que sufren estos jóvenes. “Ellos también son panameños y deberían tener las mismas oportunidades que aquellos que ocupan importantes cargos públicos. Sin embargo, parecen ser ignorados por las autoridades”, declaró Ortega. Añadió que durante administraciones anteriores, las autoridades pasaron cerca de esta situación sin ofrecer ayuda, lo que ha perpetuado el ciclo de pobreza en la región.
Jesús Mendoza, otro ciudadano preocupado, calificó la situación como “inadmisible” en un país donde, según él, se malgastan millones de dólares en proyectos que nunca se llevan a cabo, mientras que personas capacitadas y preparadas no encuentran oportunidades de empleo. “Es inaceptable que algunas personas reciban beneficios solo por tener apellidos reconocidos en la política, mientras otros son dejados de lado”, señaló Mendoza.
Ante esta realidad, la gobernadora de la provincia de Veraguas, Ildemarta Riera, tomó conocimiento de la situación el pasado fin de semana y ha ordenado una inspección interinstitucional para evaluar las condiciones de vida de estos jóvenes. Riera comentó que se buscará la manera de apoyarlos, aunque aclaró que no será una solución permanente, ya que la ubicación de la vivienda representa un peligro debido a la posible crecida de la quebrada.
La gobernadora también descartó que se trate de una invasión de tierras, subrayando que es una necesidad temporal de personas que buscan desesperadamente trabajo para subsistir. Se espera que las instituciones sociales realicen una exhaustiva investigación para determinar las mejores soluciones para estos jóvenes.