Desde el centro de Garachiné, provincia de Darién, se llega al vecino poblado de Río de Jesús. Ya sea a pie, en auto doble tracción o en moto salta a la vista el estado de la carretera y las mejoras que se pueden hacer.
Como dicen los lugareños, para conocer, hay que caminar. Es así como se percibe la necesidad de puentes en pequeñas y hasta inofensivas quebradas (a simple vista), pero que con las luvias se tornan un problema. ¡Nadie pasa!
Hay residentes que consideran que no se le puede llamar carretera a algo que por su nivel de olvido de las autoridades, debe ser llamado "un camino". ¿Por qué? Porque el monte se quiere comer la vía, alegan los afectados.
Y en este recorrido uno se encuentra de todo. Por ejemplo, se observó a algunos comerciantes que venden pescado en diversas comunidades, pasando páramos. En la foto que acompaña esta nota se observa que hasta vecinos se tienen que sumar a empujar la moto para ir de un lado a otro. Y hay que tener en cuenta que el río no está crecido. El escenario podría ser peor.
Sí, hay áreas donde escasea esta proteína y muchas veces lo que hacen los vendedores es montarse en una balsa para cruzar el río crecido y esto les cuesta tres dólares. ¡No todos pueden hacerlo!
Seguimos caminando... En la próxima entrega arribamos la famosa colonia chiricana...