En un hecho sin precedentes desde las protestas mineras de 2023, la Cámara de Comercio, Industrias, Agricultura y Turismo de Chiriquí (CAMCHI) organizó un foro de diálogo entre representantes de la comarca Ngäbe-Buglé, empresarios y la empresa Cobre Panamá. El encuentro se desarrolló en la sede de Coopeve, en David, Chiriquí, ante una amplia concurrencia de líderes locales, miembros del sector privado, representantes comarcales y sociedad civil.
El foro, titulado “A dos años de las protestas mineras: un diálogo entre Chiriquí y la comarca Ngäbe-Buglé”, tuvo como propósito analizar las consecuencias económicas, sociales y laborales del cierre minero, así como propiciar la búsqueda de soluciones conjuntas que impulsen la reactivación económica del país.
Entre los panelistas participaron Antonio Fletcher, expresidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP); Maru Gálvez, gerente de Relaciones Públicas de Cobre Panamá; Josué Pedrol, presidente del Congreso Regional Nidrini de la comarca Ngäbe-Buglé; Willy Jiménez, cacique regional de Ñokiribo de la comarca Ngäbe-Buglé; y Carlos Fabián Canosa Gómez, consultor en comunicación y análisis digital. El foro fue moderado por Felipe Ariel Rodríguez, expresidente de la Junta Directiva del Centro de Competitividad de la Región Occidental (CeComRo) y actual líder de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Chiriquí (CAMCHI).

Durante su intervención, Antonio Fletcher, en representación del sector privado panameño, presentó el estudio económico elaborado por el CONEP sobre el impacto del cese minero. Explicó que Panamá perdió dinamismo económico y miles de empleos directos e indirectos tras el cierre de operaciones. “Tenemos una gran oportunidad para encontrar un mecanismo de reducción del desempleo, recuperar nuestras exportaciones y reactivar la economía nacional. Si logramos la reactivación de la mina, el país podría volver a alcanzar crecimientos del PIB de 8% a 10%, lo que se traduce en empleos formales y estabilidad para miles de familias panameñas”, afirmó Fletcher.
Por su parte, Maru Gálvez, gerente de Relaciones Públicas de Cobre Panamá, planteó una interrogante que resonó entre los asistentes: “¿Qué pasaría si la mina vuelve a abrir? ¿Qué pasaría si Cobre Panamá reactiva sus operaciones?”. Gálvez explicó que la reapertura significaría la recuperación de más de 40,000 empleos directos e indirectos en todo el país, incluyendo a trabajadores de provincias y de la comarca Ngäbe-Buglé. “Solo en los primeros seis meses podrían reactivarse 20,000 empleos formales, y en un año alcanzar nuevamente los 40,000 puestos de trabajo bien remunerados y con seguro social. Eso es lo que Panamá necesita”, expresó.
Durante su exposición, Gálvez también destacó los principales programas sociales y comunitarios que Cobre Panamá ha desarrollado, enfocados en la sostenibilidad, la educación y el desarrollo humano. Entre ellos mencionó Conectando Caminos, iniciativa para construir y mejorar carreteras en comunidades rurales; Escuela Feliz, programa que garantiza un plato de comida diario a niños de escuelas cercanas a la mina; Cobre Emprende, que capacita y apoya con capital semilla a emprendedores locales; y Cobre Conecta, que promueve la transparencia y la comunicación directa con la ciudadanía, brindando información de la mano de trabajadores y expertos panameños del sector minero.
Desde la perspectiva comarcal, Josué Pedrol, presidente del Congreso Regional Nidrini de la comarca Ngäbe-Buglé, agradeció el espacio y destacó la importancia de que el diálogo se traduzca en acciones concretas. “No queremos que esto quede en un discurso o en un café. Queremos sentarnos y construir soluciones juntos. Aquí hay un pueblo que necesita ser incluido en la repartición de la riqueza del país. La solución y el avance de la comarca se resuelven en espacios así, no cerrando las calles”, enfatizó.
Pedrol subrayó que la comarca cuenta con una fuerza laboral capacitada y terrenos fértiles para el desarrollo de proyectos productivos. “Podemos tener dos Cerro Punta en Panamá. Si la comida sobra, exportemos, pero hagamos algo. Necesitamos acompañamiento, inversión y capacitación. No pedimos dádivas, pedimos oportunidades. Escuchemos, aprendamos y analicemos, no todo se puede resolver en la calle. Estos son los espacios para decir lo que queremos y para que la gente que necesitamos escucharnos lo haga”, sostuvo.
En su participación, Felipe Venicio Rodríguez, representante de la CAMCHI, abordó la relación entre desempleo e inseguridad, tema que calificó como prioritario. “Nadie está tocando el tema de la inseguridad, y se nos están disparando los índices producto del desempleo. Generar empleos no solo reactiva la economía, también devuelve la tranquilidad y la paz social. La generación de empleo es la vía”, manifestó.
El expositor Carlos Fabián Canosa Gómez centró su intervención en la responsabilidad informativa en tiempos digitales, alertando sobre la propagación de noticias falsas en redes sociales. “Hoy en Panamá existen más de 400 páginas en Instagram que se presentan como medios de información, muchas sin verificación ni rigor. Los algoritmos no se equivocan: si consumimos información falsa, las plataformas seguirán mostrándonos más de lo mismo. Debemos tener cuidado con la desinformación y su impacto en la opinión pública”, advirtió.

El foro se desarrolló en un ambiente de respeto, apertura y participación, con un diálogo honesto sobre el impacto económico y social que ha dejado el cierre minero, y sobre las rutas posibles para un desarrollo más equitativo e inclusivo.
Este primer encuentro entre la empresa privada, Cobre Panamá y los representantes de la comarca Ngäbe-Buglé marca un precedente histórico para Panamá. A dos años del cierre minero, las partes coincidieron en la necesidad de tender puentes y trabajar juntos por un futuro que combine la sostenibilidad, el empleo formal y el desarrollo local. La jornada dejó un mensaje claro: el progreso solo es posible cuando todos los sectores del país se sientan a dialogar, escucharse y construir soluciones comunes.









