La falta de espacio en el cementerio de Amador es un problema que no ha sido resuelto y que preocupa a los residentes de El Chorrillo, pues no saben dónde enterrarán a sus difuntos.
Teresa Sierra vive cerca de este camposanto y sabe que un día de estos tendrá que sepultar a sus padres; ambos rebasan los 80 años. Recordó que en estas tierras están enterrados familiares de las personas que viven en Santa Ana, San Felipe, Ancón y Curundú, por lo que el Gobierno ya debe pensar en encontrar una alternativa que les ayude.
Uno de los encargados del cementerio de Amador dijo que no hay terreno para un muerto más, a menos que la persona lo tenga desde hace años, ya que en ese entonces costaban $200.
Algunos prefieren incinerar a sus seres queridos y llevarlos a casa, aseguró.
Máximo Beitía, gerente de la funeraria Santa Fe, ubicada en Avenida Perú, relató que al establecimiento llegan muchos dolientes de todas partes quejándose de la falta de espacios, aunque haya precios cómodos en la compra de ataúd y urnas, además, deben invertir en sepulturas privadas.
La Alcaldía capitalina aclaró que muchos de los cementerios se hicieron sin ningún tipo de planificación de utilización de suelo, por lo que muchos de ellos están con su capacidad casi al máximo. Por eso, ya se licitó un horno de cremación en las instalaciones del cementerio de Juan Díaz y se adjudicó la adecuación eléctrica y de tuberías de gas para ponerlo a funcionar lo más pronto posible.
También se está empezando con el proceso de hacer exhumaciones de los restos para reubicarlos en osarios.
En Amador no cabe ni uno más
Alcaldía está en la licitación de un horno para cremación
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Brenda ducreux
- @b_ducreux