A pesar de que el precio del barril de petróleo y, por ende, el de los combustibles en el mercado internacional ha bajado desde el año pasado, los consumidores demandan que dichas rebajas no se reflejan en los productos que componen la canasta básica.
El precio de la carne y los productos lácteos sigue siendo un dolor de cabeza para Lourdes Tapia, quien hacía su compra de rutina en un supermercado del distrito de San Miguelito.
La ama de casa dijo que en una quincena invierte hasta $300 y solo lleva seis bolsas para su hogar. Hace cinco años, con este dinero, compraba para dos quincena, recordó.
El economista David Saied piensa que esto prueba que el alto precio del combustible era una excusa para subir los precios, pues la razón por la cual la comidas está cara en el país es porque hay un oligopolio en la producción y distribución del alimento (cuando un mercado es dominado por un pequeño número de productores oferentes).
Para el secretario general de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de Panamá (Uncurepa), Pedro Acosta, cuando un alimento sube, es difícil que vuelva a bajar, por eso recomendó a la población cambiar los hábitos alimenticios. Sostuvo que el Control de Precios de 22 productos ha ayudado significativamente en el ahorro.
Según la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia, entre los productos que más han aumentado hasta enero del 2016 está la carne para sopa, pues se incrementó en 40 centavos por kilogramo, cuando antes estaba en $4.31 el kilo.