La Palmita de Tocumen, desconocida para muchos, hasta que el pasado 27 de febrero dos agentes del Servicio Nacional de Fronteras Senafront fueron atacados con fusiles AK-47.
En el ataque perdió la vida el subteniente "post mortem" Julio Guzmán, un hecho del que no se sienten nada orgullosos los residentes de La Palmita.
Sentado en el portal de su casa, un morador de cuatro décadas en el barrio, quien prefiere mantenerse en anónimo por seguridad, expresó que el lugar era peligroso a cualquier hora del día. "Por aquí se vende mucha droga y lo más triste es que son puros pela'os que todo lo quieren regalado".
Roberto Samudio, de 57 años, tiene 37 años viviendo en La Palmita, mientras barre las hojas de su patio recordó que el día que mataron a la unidad del Senafront, él y su compañero habían patrullado todo el día el barrio.
"Una vez vi pasar un pelotón de pela'os todos armados como si fueran un escuadrón de policías", dijo Samudio, lo que demuestra que el lugar es caliente.
Los moradores de La Palmita esperan que a pesar de la tragedia, los uniformados sigan en la comunidad, ya que esto les da tranquilidad.
Audiencia
Por este caso, un tribunal de garantías decretó ayer la medida de detención provisional contra cuatro imputados por el asesinato del agente del Senafront, Julio Guzmán.
Los detenidos serán conducidos primero a la cárcel de Tinajitas, en San Miguelito, y luego el Sistema Penitenciario determinará si irán a otro penal.
El fiscal Rafael Baloyes dijo que todos están siendo acusados de robo y homicidio agravado.