Los perros son los mejores amigos del hombre y algunos lo demuestran hasta después de la muerte de sus amos. Uno de los casos más famosos fue el de Hachik?, un canino japonés que esperó por nueve años a su amo en la estación del tren. Su dueño murió de una hemorragía cerebral.
Fulo John se críó en el cementerio Amador
Pero si en Japón hubo un perro como Hachik?, en el cementerio Amador, ubicado en el corregimiento de Santa Ana, hay un peludo que religiosamente llega al camposanto todos los días y se acuesta sobre una tumba.
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Fulo John ese es el nombre del perro que todos los días llega a las 7:00 a.m. en punto al cementerio Amador, como si fuera un trabajador más del panteón. Así lo expresó el señor González, quien es un funcionario del Municipio de Panamá, asignado al camposanto. Fulo John tiene años de estar llegando al cementerio muy temprano y se va a la una de la tarde.
Los funcionarios del cementerio lo quieren mucho
"La gente piensa que él tiene a su amo enterrado aquí pero no es así, Fulo John se acostumbró con una perra blanca, que ya murió, eran amigos los dos. También había un perrito de color negro que todos los días visitaba el cementerio", comentó González.
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Tal vez sea su amiga canina, que ya murió, a la que Fulo Jonh todos los días va a visitar en el pateón. Eso no lo sabe nadie, lo que sí es cierto es que este can es un fiel visitante del cementerio Amador, y hoy Día de los Difuntos no fue la excepción.
