Actualmente, de acuerdo con las cifras oficiales de Panamá, la subalimentación dieta alimentaria insuficiente afecta al 9.5% de la población panameña.
Además, el 36% de niños menores de 5 años padecen anemia, mientras el 26% de los adultos sufren de obesidad y el 62% de sobrepeso.
Las cifras salen a relucir, luego de la visita al país de José Graziano Da Silva, director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, quien aseguró que otorgará asistencia técnica en la primera fase de un programa para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades indígenas en Panamá para mejorar su productividad y capacidades de organización.
Graziano da Silva adujo que no hay excusas para que en este país haya hambre.
Para el sociólogo Joan Ramos, los habitantes pobres de las ciudades son estigmatizados, considerados peligrosos y criminalizados por diferentes sectores de la sociedad, y esa es la primera barrera para que puedan salir adelante.
Eso, sin dejar de lado la cultura en el país, pues aseguró que etnias como la indígena sobreponen vicios sobre la comida, entre ellos el alcohol, cuando ganan algo de dinero van directo a las cantinas y no a la casa a dejar alimentos.
Zulema Sucre, viceministra de Desarrollo Social, dijo que buscará mejorar la agricultura familiar, como primera base para que produzcan sus alimentos.
En las comunidades indígenas hay la mayor concentración de personas padeciendo hambre, desnutrición y enfermedades que se pueden prevenir.