El enojo, la adquisición de sentimientos ajenos y la tendencia a culpar a los demás por lo que le suele suceder a sí mismo, son algunos de los aspectos que demuestran que una persona no ha logrado superar la etapa del perdón.
Eso es comprobado en las atenciones que brindan los especialistas a individuos con ese padecimiento.
Según la psicóloga de la Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz, Rita Barrera de Segura, ese fenómeno se da por el equipaje emocional que porta la persona que fue ofendida, si no se acepta el agravio se mantendrá en la negatividad de no querer olvidar lo vivido.
La ira y la pérdida de las emociones son algunas de las consecuencias que puede traer el no perdonar a una persona, se puede incluso hacer que el afectado le quite la vida a otro ser.