El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibirá este jueves en Brasilia a su homólogo panameño, José Raúl Mulino, quien presentará las posibilidades que el país del istmo ofrece para la inversión, tanto a Brasil como al resto del Mercosur.
Ambos mandatarios pasarán revista a la relación bilateral, pero también abordarán las nuevos horizontes que puede presentar la reciente adhesión de Panamá, con estatus de Estado asociado, al bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Bolivia en proceso de convertirse en miembro de pleno derecho.
Mulino está convencido de que Panamá puede ofrecer tanto a Brasil como al resto del bloque suramericano toda su operación logística, portuaria y aeroportuaria como plataforma para el comercio y la inversión, con el canal interoceánico y la Zona Libre de Colón como ejes principales.
Un posible acuerdo de libre comercio en la agenda
Brasil ejerce actualmente la presidencia semestral del Mercosur y su Gobierno ha ido un poco más allá.
Lula, en una reunión que mantuvo con Mulino en julio pasado en Buenos Aires, al margen de la última cumbre del bloque, adelantó su intención de avanzar hacia un acuerdo de libre comercio con Panamá, lo cual pudiera ser discutido este jueves en Brasilia.
La relación comercial bilateral también será objeto de análisis, en búsqueda de un mayor equilibrio para una balanza que es absolutamente favorable a Brasil.
En busca de una solución para el conflicto con la bananera Chiquita
En el marco de su visita a Brasil, el presidente panameño también pretende resolver el regreso a su país de la empresa bananera Chiquita, una multinacional controlada por los grupos brasileños Safra y Cutrale, que canceló sus actividades en Panamá debido a un conflicto sindical.
Chiquita explotaba miles de hectáreas en la provincia panameña de Bocas del Toro a través de una concesión y era el mayor empleador de esa región, pero cerró el negocio en mayo pasado y despidió a 6.500 trabajadores tras una huelga en rechazo a una reforma a la seguridad social, que además generó una ola de protestas.