Desde hacía 45 años, en la casa 2-10 del sector 4 de Samaria, en lo que hoy día es un gran solar y solo queda un barranco de tierra, residía Luis Jacinto Guerrero junto a su esposa, Carmen Ruiz, y sus dos hijos.
Por una mala jugada de la naturaleza, el pasado 10 de septiembre, este lugar quedó en medio de la nada, gracias al fuerte aguacero registrado en varios puntos del país.
Eso ocasionó que él junto a uno de sus hijos y su esposa fueran trasladados al hotel Veracruz, mientras encontraban una solución de vivienda.
Hasta el pasado 31 de octubre, Guerrero pudo estar en este mundo para acompañar a los suyos, sus familiares y conocidos le dieron un último adiós en la iglesia Don Bosco ayer.
Guerrero no estaba muy bien emocionalmente, pues desde aquel día de la tragedia, pasados dos meses, aún no tenía un lugar propio donde vivir con su familia.
Luis Jacinto Guerrero Ruiz (hijo) dijo que él los tenía en su casa, pero por solicitud del Gobierno tuvieron que ser llevados al hotel nuevamente.
Todo el tiempo que ha pasado y aún estamos esperando una respuesta.
Alegó que las casas estaban bien construidas e hizo énfasis en que la de su madre tenía una fundación de diez bloques de profundidad. No se encontró la llave de una tubería madre que por cuatro días botó agua, lo que sumado a la lluvia causó los deslizamientos, indicó.
En días pasados, Anays Marín, directora de Desarrollo Social del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, manifestó que muchas personas han optado por un alquiler social mientras realizan los trámites para su nueva vivienda. Los que han escogido la opción de casas reposeídas deben esperar los papeleos burocráticos del Ministerio de Economía y Finanzas y demás entidades.
Murió sin su casa
Desde noviembre pasado se le dictaminó el padecimiento.
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Jean carlos díaz
- @jeandiaz1331