Edilberto Rojas, es un niño quien mientras jugaba con sus amiguitos en los predios del área conocida Transportes y Talleres de Curundú, ve un celular Samsung J7 tirado en el suelo, lo agarra y a pesar de que sus compañeritos del barrio le decían que lo apagara y se quedara con el, el niño les dijo que no.
En un gesto de honradez el joven que le gustan actividades recreativas y deportivas lo regresó a su dueño y sin pensarlo recibió un premio.
Según contó Edilberto, el teléfono celular sonó y al contestarlo se trataba del dueño del aparato y sin pensarlo dos veces, le dijo que se encontrarían en la estación policial de la Unidad Preventiva Comunitaria (UPC) de Curundú, para regresárselo. Y así lo hizo.
Por su gesto de honestidad, la empresa RIGAR le obsequió un bono al niño Edilberto.