Panamá aspira a volver a ser la “joyita” económica del pasado, considerada como la de mayor crecimiento de América Latina y el Caribe durante décadas con una importante inversión extranjera, pero que ahora atraviesa un fuerte altibajo con la desaceleración del crecimiento del producto interno bruto (PIB) pronosticada para este año, afirmó el nuevo ministro de Comercio e Industria de Panamá, Julio Moltó.
“Tenemos que aprovechar nuestras bondades a pesar de no ser un país que produzca exceso. Sí producimos muchísimo servicios y creo que esa es la base para desarrollar nuestra economía de forma que vuelva a ser la ‘joyita’ que era antes”, dijo Moltó en una entrevista a EFE.
La economía panameña fue entre 1993 y 2018 la de mayor crecimiento de América Latina, con una media de 5,9 % anual, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ahora, ese organismo proyecta que el crecimiento del PIB del país disminuirá a un 2,5 % en 2024, muy por debajo del 7,5 % en 2023, impulsado por la construcción y la manufactura.
Y todo ello pese a que la dolarizada economía panameña creció un 10,8 % en 2022 y un 15,3 % en 2021, dejando atrás la debacle por la pandemia de la covid-19, que derrumbó en el 2020 el PIB en un 17,9 %.
Reactivar la economía
El nuevo Gobierno del presidente José Raúl Mulino, que asumió el poder el pasado 1 de julio, dice estar enfocado en reactivar esa alicaída economía, siendo esta una de sus principales prioridades, bajo el lema de ser una Administración en “pro de la empresa privada”.
Producto de ello, esta semana Mulino formalizó el interés de Panamá para participar en el Mercado Común del Sur (Mercosur) durante la cumbre celebrada en Asunción y a la que el país acudió en calidad de invitado especial.
Un proceso de integración que, además, empezará “lo antes posible”, teniendo las primeras conversaciones en los próximos seis meses, según adelantó a EFE el líder de la cartera de Comercio.
Moltó señaló que para impulsar la economía apostarán por reforzar el sector servicios – la actividad mayoritaria del país-, el “turismo de convenciones”, ir de la mano de la empresa privada y poner el foco en el sector tecnológico.
“Primero que todo, (hay que) volver a poner a Panamá como una economía en ‘boom’, como ya lo fue del 2009 al 2014 (bajo el Gobierno del expresidente Ricardo Martinelli)”, señaló Moltó.
Atraer empresas extranjeras “con transparencia”
Una de las estrategias para empujar la economía de ese país centroamericano es “establecer multinacionales”, especialmente de tecnología, y “volver a llevar a Panamá a las primeras esferas donde se hacen negocios en el mundo”, adelantó el ministro Moltó.
“Queremos hacer recorridos, le llamamos ‘road shows’ internacionales, a primer nivel, acompañados de equipos que ayuden a cerrar negocios y atraer a las empresas a Panamá. Ayudarlas a invertir correctamente”, apuntó.
Y agregó que ya ha estado “conversando con empresas de tecnología de Europa del Este que han manifestado su interés en mudarse a Panamá”. De igual forma Huawei “ha manifestado” que quiere ampliar su centro regional de ciberseguridad, ya instalado en el país.
Moltó enfatizó la necesidad de transparencia: “El presidente lo ha dicho claramente, con reglas claras (y) con transparencia, que las licitaciones en este país sean claras y no haya amiguismos”.
Casos de corrupción
En Panamá, la Justicia tiene pendiente o ya procesados casos de corrupción vinculados a licitaciones públicas que se dieron, muchos de ellos, durante la administración de Martinelli, de quien el actual mandatario fue compañero de fórmula en la campaña política hasta que al exgobernante lo inhabilitaron por blanqueo de capitales.
Después de los ‘Papeles de Panamá’, la histórica filtración de documentos del extinto bufete panameño Mossack Fonseca, que vinculó a diversas personalidades del mundo con el blanqueo de capitales, el país centroamericano se incluyó en listas grises o de paraísos fiscales.
Desde octubre pasado, Panamá salió, por segunda vez en menos de una década, de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), de países que presentan deficiencias en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, pero aún permanece en la lista negra de la Unión Europea (UE) de paraísos fiscales.
El presidente panameño ya expresó un “enérgico rechazo” a que Panamá se incluya en “listas peyorativas, grises o de otros colores”, que han perjudicado el modelo de negocio de servicios y al centro bancario panameño.
Un rechazo que reiteró durante su intervención en la cumbre de Mercosur esta semana, al pedir apoyo a los países que integran el bloque para salir de las listas grises ” y “peleará” para que “se haga justicia con Panamá”.