Con el aumento de algunos productos de la canasta básica, panameños como Carlos Nieto sienten que no se puede comer bien en Panamá.
En tanto, Clementina Atencio, dueña de una fonda, indicó que a pesar de las alzas, aún mantiene en $2.50 el plato de comida.
Añadió que ante el encarecimiento de la papa, prfiere vender ensaladas verdes, de coditos y agrega macarrones para acompañar el menú. Todo se trata de que el cliente tenga opciones y las pueda pagar, señaló la microempresaria.