Fueron 30 días difíciles para los dueños de fondas en las áreas cercanas al Hospital Santo Tomás (HST) y la Caja del Seguro Social, pues las ventas bajaron a tal punto que servían entre cinco y seis platos por día.
Ana Atencio, dueña de un local, dijo que debido al paro de los médicos, la afluencia de personas bajó y no les quedó más remedio que dejar de cocinar en grandes cantidades.
Las pérdidas por local suman hasta 300 dólares, pero esperan recuperarse con la terminación del paro de los galenos que se dio el fin de semana.