A las 6:00 a.m. comienza el movimiento de pasajeros que esperan para abordar los famoso busitos piratas de la ruta Torrijos Carter-Corredor Norte.
Este hervidero tarda hasta dos horas y media, luego la fila de usuarios desaparece. Aquí les toca a los "secres" pregonar para no tardar tanto tiempo para salir.
A las 8:30 a.m. ya había bajado la demanda de pasajeros en la T de Torrijos Carter. Era el turno del busito con placa vehicular alfa numérica que inicia en AH y cuyos dos últimos números son 87. Su conductor vestía camisa gris con logo de la prestataria Transfusa, S.A., un pantalón negro, contextura delgada, estaba al tanto de que llegaran sus tres últimos pasajeros, para completar los 14 puestos.
No pasaron ni 6 minutos cuando subieron las tres personas, "voy cobrando, buenas, por aquí señor, voy cobrando", pregonaba el chofer para recolectar los $1.50 de cada puesto, sin antes haber iniciado el viaje, no hubo oposición, todos dieron el dinero que completaban los $21.
Mientras miraba el grupo nombrado "Piratas for life", el conductor arrancó el viaje y en menos de diez minutos llegó a la caseta de Tinajitas, aunque tenía más de $21 en saldo del Panapass, la barra no se levantó a tiempo y le golpeó el frente del carro, su molestia se dejó notar.
Sin "secre", siguió hasta dar la primera parada en La Cresta, tres usuarios se bajaron. Informó que su viaje terminaba en el Dynasty de Calidonia.
Estos busitos hacen el papel que no logra completar el metrobús, todos los días están aquí para cuando uno los necesita. Deben organizarse para hacer una piquera formal donde haya reglas. Alexis López, usuario
Opiniones encontradas hay por la prestación del servicio. Algunos piensan que es un beneficio, otros apuntan a que debe haber orden.