No percibir los olores después de padecer COVID-19, es una de las situaciones que preocupa e incomoda a quienes lo sufren, porque, a pesar del tiempo transcurrido, no logran recuperar al cien por ciento este sentido, quedando solo con un 40 o 60%, afectando así su calidad de vida.
Algunos afectados llevan seis meses o incluso un año desde que vencieron el COVID-19, pero esta secuela por la enfermedad, aún se mantiene.
Génesis, una panameña de 26 años, quien contrajo el COVID-19 a inicios de enero de este año, cuenta que aún al pasar ya casi cinco meses desde la enfermedad, aún no recupera totalmente su olfato y cree tenerlo solo en un 60%, pues hay aromas que no puede oler a cierta distancia como lo podía hacer antes, ahora le cuesta mucho, mientras que otros, su nariz ni siquiera los detecta.
“Cuando hago café en las mañanas, no puedo sentir ese aroma fuerte que llenaba la cocina”, confiesa. Además, menciona que para ella es preocupante esta situación, porque vive en la incertidumbre: si se quedará así o con el tiempo logrará mejorar.
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En la rutina diaria de una persona, el olfato es indispensable: sirve para elegir desde un jabón de baño, alimentos y perfumes, y nos previene de peligros (al sentir un aroma tóxico o gas) e incluso en ocasiones nos hace recordar personas o rememorar momentos.
La alternativa
Hasta ahora, no se sabe con certeza qué daños provoca el COVID-19 en el olfato, ya que al ser una afección producida por un virus respiratorio nuevo, aún se encuentra en análisis, sin embargo, algunos especialistas han llegado a considerar que puede ser a causa de una inflamación en las fosas nasales o un daño a nivel del sistema nervioso.
Del mismo modo, tampoco existe un tratamiento específico para recuperar el olfato completamente, pero, otorrinos a nivel mundial (médicos que diagnostican enfermedades de la nariz, garganta y oído), han estado recomendando a las personas afectadas con esta dolencia realizar una reeducación del olfato, es decir, los pacientes deben oler diferentes esencias durante un periodo de tiempo, para que las neuronas dañadas vuelvan a aprender y vayan recuperando la capacidad de sentir olores.
La doctora Maritza Hernández, especialista en Otorrinolaringología confirma que el tratamiento principal es la reeducación olfativa. En su caso, recomienda a los pacientes oler café, vainilla y canela antes de cada comida, para que se vuelva un hábito y no se les olvide realizar este método todos los días. Haciendo este tratamiento durante meses, puede haber mejoría; asegura, aunque también les receta medicamentos antiinflamatorios en aerosol, de ser necesario o a nivel cerebral, en caso de no mejorar.
Por otro lado, Hernández menciona que la pérdida de olfato en personas que han padecido COVID-19 tiene su lado bueno, porque, en su momento, cuando tenían el virus y quedaron sin olfato, esto hizo que el COVID-19 no pasara a las vías respiratorias y la enfermedad no se complicara.
Además, comenta que esta afección causada por la enfermedad sí tiene recuperación, pues mientras más rápido se empiece con la reeducación olfativa o se busque ayuda médica, más pronto será la mejoría.
Yesenia, de 25 años, también se contagió de COVID-19; en su caso, todo comenzó el 23 de diciembre de 2020. Lo primero que sintió fue un dolor y una secreción extraña por la nariz, en ese momento, el olfato fue desapareciendo poco a poco hasta perderlo por completo tres días después. Pasó sus días de aislamiento y continuaba sin sentir olores, por ende, tuvo la iniciativa de buscar información sobre el tema, para mejorar su problema.
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La joven cuenta que empezó con la reeducación olfativa y al mes logró recuperar un 45% de su olfato; siguió con ese método y al siguiente mes obtuvo una mejoría del 80%, pero le sigue preocupando la situación, porque ya han pasado seis meses y todavía no tiene su olfato al 100%.
Según un estudio publicado en JAMA Network, revista de la Asociación Médica Estadounidense, alrededor del 80% recupera el olfato y el gusto de manera espontánea a las cuatro semanas, en cambio, se indica que hay pacientes que padecen anosmia (pérdida total del olfato), una secuela permanente por COVID-19.
Atención
Precisamente, por las consecuencias que ha dejado el COVID-19, el Gobierno de Panamá creó un espacio en algunas policlínicas del país para brindar atención a quienes se han visto afectados por el virus. Las áreas son conocidas como Clínicas Poscovid.
La Policlínica Manuel Ferrer Váldez (Calidonia), Dr. Joaquín José Vallarino (Juan Díaz), Dr. Santiago Barraza (La Chorrera), son algunos de los lugares donde reciben a pacientes poscovid. Aproximadamente hay diez Clínicas Poscovid distribuidas en todo el país.
Tan solo en diciembre de 2020, hubo un ingreso de más de 800 personas en las Clínicas Poscovid en busca de atención médica por distintas afecciones que les había dejado la enfermedad, entre ellas fatiga, dolores musculares y problemas respiratorios.
La Dra. Gladys Guerrero, jefa de la Unidad de Inteligencia Sanitaria de la Caja de Seguro Social (CSS) dice que conoce al menos tres o cuatro personas que aún no han recuperado su olfato, después de casi un año de haber pasado por COVID-19, pues siguen sin sentir olores; sin embargo, indica que estos casos no son tan frecuentes, ni siquiera la mitad de los pacientes, pero sí son un grupo importante.
Las personas que llegan con esta afección a las Clínicas Poscovid son evaluados en principio, luego son referidos a neurología para que se haga una evaluación más profunda de esa área. La salida depende de la evolución que tenga el paciente ante los tratamientos, ya que no hay un tiempo determinado, hay quienes se les da de alta rápidamente y hay otros que a un año de pandemia aún siguen siendo atendidos, explica la Dra. Guerrero.
Para ingresar a estas policlínicas las personas solo deben presentar su certificado de cuarentena o el resultado positivo de COVID-19 (después de haber pasado su aislamiento de 15 días) o también pueden ser referidos por medicina general de un hospital o clínica privada.
Tanto la Dra. Guerrero, como la Dra. Hernández, sugieren a todo aquel que esté pasando por este mal, buscar ayuda médica para su pronta mejoría y seguir las recomendaciones de los especialistas.