Como parte de su estrategia para garantizar altos estándares de seguridad operacional y de respuesta ante amenazas, el Aeropuerto Internacional de Tocumen, principal centro de conexión aérea de Panamá y hub regional clave en América Latina y el Caribe, llevó a cabo dos simulacros simultáneos de seguridad en sus instalaciones, sin afectar la operatividad de vuelos ni el tránsito de pasajeros.
Estas actividades de entrenamiento especializado tuvieron como objetivo evaluar la coordinación interinstitucional, la ejecución de protocolos de emergencia, la eficacia de la cadena de mando y la capacidad de reacción ante amenazas de terrorismo y otros eventos críticos. Ambos ejercicios tuvieron lugar en zonas estratégicas del aeropuerto: la terminal de carga y el área pública de la Terminal 2, incluyendo la torre de control.
El primer simulacro se desarrolló en una de las bodegas de carga, donde se simuló la presencia de un artefacto explosivo colocado por una célula terrorista ficticia llamada “La Nueva Resistencia”. Un miembro del equipo de seguridad detectó un paquete sospechoso y notificó a su supervisor, activando inmediatamente el protocolo de emergencia. La Unidad Técnica Especializada (UTE) procedió a verificar el contenido de la encomienda a través de escáneres, confirmando que se trataba de un posible IED (artefacto explosivo improvisado).
Se ordenó la evacuación controlada del área, y posteriormente, equipos de la Policía Nacional y unidades antiexplosivos realizaron la intervención y desactivación simulada del artefacto.
En paralelo, se llevó a cabo un segundo ejercicio en la Terminal 2 y la torre de control, donde un grupo armado ficticio tomó rehenes en el área pública y ejecutó una ocupación parcial de las instalaciones de control aéreo. El ejercicio puso a prueba la capacidad de respuesta de los negociadores, las fuerzas de seguridad, unidades tácticas y servicios médicos de emergencia. Tras una negociación estratégica y una intervención controlada, los rehenes fueron liberados y los supuestos atacantes neutralizados.
“El objetivo de estos simulacros es claro: fortalecer nuestra capacidad de respuesta ante amenazas complejas sin comprometer la continuidad operativa del aeropuerto. —Estos ejercicios nos permiten medir tiempos de reacción, validar la efectividad de nuestros protocolos y fortalecer la coordinación entre las distintas entidades aeroportuarias que resguardan la seguridad de nuestras instalaciones”, afirmó José Ruiz Blanco, gerente general del Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Ambos ejercicios contaron con la participación activa de múltiples entidades de seguridad: personal del aeropuerto, Policía Nacional, Senan, unidades antiexplosivos, Bomberos, Autoridad de Aeronáutica Civil, ambulancias, Policía Canina y más de 50 voluntarios que representaron a los pasajeros y civiles involucrados.
Una vez finalizadas las operaciones, se llevó a cabo una reunión técnica de evaluación con todos los actores involucrados. Allí se documentaron las lecciones aprendidas, se identificaron áreas de mejora y se reforzaron los procedimientos para posibles eventualidades.
Durante la realización de estos ejercicios, las operaciones aeroportuarias en ambas pistas y las terminales 1 y 2 continuaron desarrollándose con normalidad, sin afectar el arribo o despegue de aeronaves ni el flujo de pasajeros y carga.
Estos simulacros reafirman el papel estratégico del Aeropuerto Internacional de Tocumen como un centro de conexión regional preparado para enfrentar amenazas complejas, asegurando un entorno seguro, eficiente y resiliente para miles de usuarios que transitan diariamente entre Suramérica, Centroamérica, El Caribe, Norteamérica y Europa.