Con la llegada de los primeros días de diciembre hay un sonido particular que resuena entre las veredas, casas y comunidades. Sí, es el "boom", boom", que dejan los juegos pirotécnicos, pero más que alegrar la vista estos también son causantes de graves secuelas por quemaduras en niños menores de edad.
La situación de la Sala de Quemados del Hospital del Niño José Renán Esquivel (HDN), con la llegada de las fiestas de fin de año, aumenta su demanda, ya que durante el mes de diciembre el número de infantes y adolescentes que ingresan con quemaduras de diferentes grados es mayor.
No solo hay quemados en diciembre
Marvis Corro, jefa de la Sala de Quemados del HDN, indicó que la mayor cantidad de casos que se reciben están relacionados a quemaduras por escaldaduras, es decir, líquido caliente o aceite caliente.
La experta precisó que en el área rural, el mecanismo es repetitivo, las personas cocinan en el patio con ollas enormes, mientras los niños juegan alrededor y de un momento a otro estos caen dentro de las cacerolas sentados o de cabeza.
En tanto, en las zonas urbanas hay mucha población que vive en cuartos de alquiler en donde las camas están cerca de la estufa y se producen las tragedias.
El fuego no es un juego, no permitas que los niños usen y jueguen con artefactos pirotécnicos @Sinaproc_Panama pic.twitter.com/tWAXxGYHXg
Luis Villamonte R. (@luisgeo06) 11 de diciembre de 2014
Cifras
Datos ofrecidos por el departamento de Registros y Estadísticas de este centro pediátrico dan cuenta que entre el año 2014 y 2017 se registraron 1,722 casos de menores de edad víctimas de quemaduras, siendo las provincias de Panamá, Colón y Veraguas las que presentan mayor incidentes.
Leer también: Frituras, muerte lenta y costosa
De estos datos, al menos el 60% de los hechos reportados por año se refieren a niños menores a cuatro años. Anualmente, un promedio de 450 niños y niñas ingresan a la Sala de Quemados del
HDN.
Mientras que en 2017 se dieron 10 casos de quemados con juegos pirotécnicos.