El gran momento ha llegado. Harry y Meghan ya están en Londres. Este miércoles han aterrizado en suelo británico junto a sus dos hijos, Archie Harrison y la pequeña Lilibet Diana, para acudir a las celebraciones por el Jubileo de Platino de Isabel II, que se extenderán entre el jueves y el domingo.
Es la primera vez que los cuatro viajan a Reino Unido después de que los duques de Sussex decidieran dejar sus obligaciones en la Familia Real y emprender una nueva etapa en Estados Unidos. También es la primera vez de Lili en la tierra natal de su padre, donde celebrará su primer cumpleaños. No hay duda de que van a ser días llenos de emociones, pero de emociones encontradas, ya que para Harry y Meghan no es fácil regresar a la que un día fue su casa.
Así lo confesó el hijo de Carlos de Inglaterra, asegurando que deseaba viajar a su país pero que no lo había hecho porque sentía que no tenían la seguridad suficiente y podía ser peligroso para ellos. El pasado mes de abril, Harry reconoció que no tenía del todo claro que fueran a acudir a los actos del Jubileo, aunque finalmente sí que van a estar presentes. "Todavía no lo sé. Hay muchas cosas a tener en cuenta, como problemas de seguridad y todo lo demás... pero estoy tratando de que sea posible para que mis hijos la conozcan", dijo haciendo referencia a su abuela, que hace dos años que no ve a Archie en persona y aún no conoce a la pequeña Lilibet.
Precisamente el tema de seguridad es uno de los asuntos que más está dando que hablar estos días en la prensa británica. Según han confirmado varias fuentes al periódico Daily Mail, la policía se ha negado a desplegar un dispositivo especial con protección armada para Harry y su familia, pero han garantizado su seguridad durante los días que estén en Reino Unido. "Si se hospedan en Frogmore Cottage estarán muy seguros, y esa puede ser la razón por la que no van van a hacer nada más allá de los eventos principales del Jubileo de Platino, porque no hay protección para eso", ha dicho el exoficial de seguridad real Simon Morgan por si los Duques estuvieran pensando en quedar con amigos en algún restaurante o ir de compras fuera del Castillo de Windsor.
Morgan recuerda que "el Jubileo es uno de los eventos de mayor riesgo del año" y la Policía Metropolitana de Londres es consciente de que deben garantizar el bienestar de "todos los asistentes, especialmente de la Familia Real". Al parecer, cuando Harry se reunió con su abuela a fines de abril, le dieron "garantías de hierro" de que tanto él, como Meghan, Archie y Lilibet, estarán protegidos durante las celebraciones del Jubileo de Platino que comienzan mañana y finaliza el domingo.