Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle den el "Sí, quiero" el próximo fin de semana sábado, será uno de los eventos más importantes para la realeza británica, que ha gastado millones de dólares en encargarse de que los sueños de la pareja se hagan realidad.
Mucha fuentes han confirmado que la casa real será la encargada de pagar la fiesta y al parecer, no ha sido nada barato.
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Para empezar, se estima que la música, flores, bebida y comida costaron cerca de 2 millones de dólares, pero eso no es nada comparado con el mayor gasto de todos: la seguridad. Cuando el príncipe William y Kate se casaron, la familia Real invirtió cerca de 7 millones de dólares para asegurarse de que la boda estuviese vigilada por completo por la policía.
Ahora, se cree que esta cifra podría multiplicarse, ya que Meghan ha recibido varias amenazas racistas por ser hija de una mujer de color. Para evitar cualquier incidente 5.000 policías y otros miembros de las fuerzas de seguridad del estado estarán de servicio.
El único gasto que corre por parte de la novia será la luna de miel y el vestido, los cuales costaron alrededor de $190,000.
La reina Isabel II sigue siendo la jefa de Estado de Nueva Zelanda, una antigua colonia británica. El dinero para el regalo sale de las arcas del Estado.
28.000 canapés
Aunque habrá un menú digno de la reina Isabel II, tampoco faltará el aperitivo en forma de 28.000 canapés que serán servidos por mil camareros. Este personal se sumará al equipo que atiende de forma normal al Castillo de Windsor, de unas 500 personas.
Los dueños de los balcones y las casas que están dentro de la ruta de la boda real están alquilándolos por cifras de hasta 100.000 libras.
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Twitter, Instagram, Facebook se llenarán de mensajes y fotografías con el "hashtag" #RoyalWedding, que desde el anuncio del compromiso se ha usado en 730.000 ocasiones. ¿Batirá récords?
Ya se empezaron a conocer los primeros regalos que la pareja real Harry de Gales y Meghan Markle pidió que llegaran en forma de donaciones. Nueva Zelanda anunció la entrega de 5,000 dólares neocelandeses unos 2,900 euros a la Fundación Pillars, que se ocupa en el país de los hijos de personas que están en la cárcel. ¿No les parece un buen gesto?
El enlace de sangre azul más esperado del año también será uno de las más caros, como lo fue el de William y Kate.
