La situación de salud de Japanese es triste, sin poder articular bien sus ideas, arrastrando las palabras, babeando… como pudo, se grabó pidiendo ayuda, quería Yappy, porque estaba solo, sin que nadie lo cuidara y con secuelas de cuatro derrames silenciosos, aseguró.
El video generó mucha controversia y aunque pensamos que tocaría las fibras más profundas de sus seguidores, pasó lo contrario. Así, con todo y su evidente problema de salud, la gente no lo perdonó y tanto en su cuenta como en la nuestra empezaron a criticar que pidiera dinero.
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“¿Y las prendas y las zapatillas? Qué pasó con los lujos”, “vende los lentes Versace”, “ya es hora de que busques de Dios en vez de estar cantando bajezas”, “¿dónde están tus amigos de parking? Por eso es mejor andar solo”, “me pregunto dónde están las regalías de sus músicas”, “cuando salió del hospital dijo que se iba a entregar al Señor y después sufrió amnesia selectiva, Dios no es relajo”, “que venda todos esos dientes, Ropa, con Dios no se juega”, y así hay muchos comentarios, de hecho son la mayoría.
Pero sus fieles seguidores intentaron aplacar las críticas inhumanas hacia el tío Japa como lo conocen. “Vamos a donar, a nadie se le debe dejar solo en un momento así”, “solo pasé a ver a los inmortales que solo vienen a criticar porque su pensamiento es que nunca se van a enfermar”, “ojalá Te recuperes”, “qué tristeza a veces estás arriba y otras en el piso”, “manden su ayuda, de un dólar en un dólar podemos ayudar”.
Hablando de ayuda, uno de los que apoyó anoche mismo a Japa fue Barceló, quien con sus seguidores pudo recolectar 500 dólares que fueron depositados en su cuenta. Barceló sumó lo recaudado en Yappy, donó 200 dólares de su dinero y también lo que hizo anoche en Twitch, así fue que recopiló los $500 para Japa.
Hoy el cantante trató de enviar un mensaje a los que se preocuparon por él, pero fue muy poco lo que se le entendió.
Hace escasos días, Japanese aseguró que se encontraba hospitalizado en el Santo Tomás, porque había sufrido un derrame silencioso: “Arriba de Dios no vive nadie, mira la máquina que me salvó la vida”.
Ayer, desde su casa, se veía mucho más deteriorado y aseguró que había pasado ya por cuatro derrames silenciosos y por eso pedía ayuda.