La corte de la reina Isabel II ha recibido este lunes a un nuevo miembro que ha hecho historia solo por su nacimiento y es testimonio de avance en una institución famosa por ser de lo más conservadora. El nuevo bebé del príncipe Harry y Meghan Markle es el primer royal biracial nacido en la casa Windsor, todo un hito en las monarquías europeas.
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La exactriz estadounidense, ahora duquesa de Sussex, es hija de la maquilladora Doria Ragland, con raíces afroamericanas y descendiente de esclavos.
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Meghan, quien ya hizo historia al convertirse en la primera consorte real medio afroamericana por su boda en mayo de 2018, vuelve a crear precedente en este día al alumbrar al primer royal británico mestizo, aunque una denominación más correcta sería 'cuarterón' que se usa para denominar a aquellos que tienen sangre de otra raza solo por uno de sus abuelos. El pequeño es un niño, tal como han comunicado a través de su cuenta oficial de Instagram.
Según los observadores reales el racismo no es un problema enquistado en el Palacio de Buckingham. El experto en Casa Real británica Dickie Arbiter espetó como si fuese prueba de ello que el actual asistente principal de la reina "es negro".
Existió otra consorte
Sí había existido otra consorte estadounidense entre los Windsor Wallis Simpson se casó el príncipe Eduardo, duque de Windsor, en 1937, pero este bebé será el primero de sangre real que reciba la ciudadanía estadounidense y no podrá renunciar a ella hasta los 16 años.
El séptimo bisnieto de la reina Isabel II ocupa también el séptimo lugar en la línea de sucesión al trono de la corona británica.