El presidente de Argentina, Javier Milei, llamó «cerdos» a los periodistas que informaron de que el mandatario había llegado tarde a Roma y no había alcanzado a despedirse del papa Francisco antes de que cerraran su féretro el viernes.
En una entrevista ofrecida desde Roma a Radio Mitre, una emisora argentina, Milei explicó que «la invitación oficial» era «para la misa del velorio, que es a las 10:00 de la mañana de Roma, 5:00 de la mañana de Buenos Aires», detalló tras aterrizar en la capital italiana en referencia a su agenda oficial del sábado.
«Me parece, digamos, raya el mal gusto, propio de cerdos, lo hecho por ese cuasi, no sé, creo que es una ofensa decirle periodista al señor Diego Brancatelli o, en LN+, el señor Paulino Rodríguez, empecinados en ensuciar», afirmó.
«Y tengo entendido que no fueron los únicos (…), pero la manera de mentir descarada, ensuciando, no me sorprende (de) ninguno de los dos porque, digamos, son parte de un conjunto de periodistas que se dedican a ensuciar regularmente, a deformar la realidad de manera grosera», indicó.
La justificación de Milei para no despedir el viernes al papa
«La realidad es que nosotros tuvimos una semana muy complicada, paramos todas las actividades para hacer el viaje cuando Vaticano lo determinara y Vaticano determinó que nosotros teníamos que estar el día sábado a la mañana, entonces verdaderamente generar este tipo de mentiras», argumentó Milei.
Indicó que hay «un conjunto de periodistas que en este momento tendrían que estar pidiendo perdón por mentirle de manera descarada y grosera a la población sobre esta situación, siendo que el pueblo argentino es un pueblo católico y estamos hablando de la despedida del que ha sido el argentino más importante la historia«.
Javier Milei llegó a Roma el viernes con una delegación formada por varios ministros, entre ellos la secretaria general de la Presidencia, su hermana Karina, y se dirigieron directamente al hotel y no a la Basílica de San Pedro, asunto que han destacado los medios argentinos y algunos lo han criticado.
Poco después de su llegada a Roma se cerró el féretro del papa Francisco y el último presidente latinoamericano en darle su último adiós fue el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.