Cada vez que se acerca una campaña electoral, escuchamos a una gran mayoría de candidatos a puestos de elección decir que tienen la varita mágica para resolver el bajo nivel educativo de nuestro país, lo cierto es que eso no es todo, las promesas deben fundamentarse en compromisos y los compromisos se cumplen.
Desde que era muy niño recuerdo perfectamente cómo mi mamá se esforzaba para lograr que cada uno de mis hermanos y yo estudiáramos, porque ella trabajaba duro y no quería que su sacrificio fuera en vano.