Cuenta la leyenda que había un astrólogo y un rey poderoso y despótico al que le molestaba mucho la atención que el pueblo daba a las predicciones del adivino. Cierto día, el rey decidió mandarlo a matar, pero antes querría dar una lección al pueblo y al astrólogo.
- Dime, amigo de los astros. Tú que lo sabes todo, podrías decirme ¿qué día morirás?
El astrólogo miró al pueblo reunido alrededor de la plaza y miró al verdugo. Pidió unos minutos para consultar a los astros.
Después el rey preguntó:
- Y bien, ¿qué te han dicho?





