"¡Me quiero morir, no quiero ver esto!", decía tras ser rescatado José Francisco Garzón, el conductor del tren que descarriló el miércoles en el noroeste de España causando 79 muertos y más de un centenar de heridos.
Evaristo Iglesias, un vecino del barrio de Angrois, en Santiago de Compostela (noroeste) y donde ocurrió el accidente, ayudó a socorrer al maquinista del tren justo después del accidente ocurrido y recuerda en declaraciones a EFE que esas fueron las palabras de Garzón.