La brasileña Keli Oliveira, de 32 años, fue condenada hoy a 24 años de prisión por haber matado en diciembre de 2012 a sus dos hijos, de once meses y dos años y medio, al incendiar la casa en la que vivía con su pareja en las afueras de Lisboa.
El Tribunal de primera instancia de Alenquer, la localidad a 47 kilómetros de Lisboa donde sucedió la tragedia, consideró a Oliveira culpable de dos homicidios, de un delito de daños y de otro de malos tratos.





