Brasil/AP. Todos hablaban de la final de la Eurocopa del año pasado en la antesala de las semifinales de la Copa Confederaciones entre España e Italia. ¿Sería una repetición del dominio de la Roja, aquel triunfo 4-0 en Kiev? ¿O la oportunidad para que los italianos se cobraran venganza?
Resulta que había que remontarse un poco más atrás, a la Euro de 2008.