La vida nos presenta escenarios adversos que nos estimulan a seguir o a dejar que esa circunstancia nos lleve por el sendero de que todo ha terminado. En una ocasión conversaba con una humilde mujer del campo, donde la palabra necesidad se escribe con mayúscula. Ella me comentaba cómo tuvo que quedarse con sus 5 nietos y aparte tenía 2 hijos de 8 y 9 años.
Su hija mayor había fallecido de cáncer, meses después el padre de los 5 niños murió en un accidente de tránsito y un año después, su esposo murió por otro accidente de tránsito.