No le tiene pereza al trabajo. Así es Rosa Lía Feliz de Gil, quien lleva más de 15 años vendiendo hot dogs (perros calientes) de manera ambulante por diferentes lugares de la ciudad capital.
Todos los días se levanta a las 3:00 a.m. para tener todo listo cuando inicie el día, pero eso no es lo único que hace doña Rosa, ya que cuando no está vendiendo sus perros calientes labora en un puesto de venta de comida, ubicado cerca del Ministerio de Obras Públicas.