La farsa y la diversión de los Carnavales también son aprovechadas por diversas personas que dependen de la economía informal para llevar el sustento a sus hogares.
Delia Castillo es una dama veragüense, quien le saca provecho a estos cuatro días de fiestas del pueblo o Carnavales al trabajar duro y ganarse la vida de manera honrada. Dijo que tiene como meta vender más de 5 mil chorizos parrilleros a la módica suma de 75 centavos, y obtener las ganancias para comprar los útiles y uniformes de sus hijos, que en los próximos días van a la escuela.