Moza, espero que me puedas ayudar. Nunca había sido tan infeliz como en estos momentos.
Nada me hace feliz, me siento sola y no veo cómo salir de un problema muy serio.
Le estoy escribiendo porque una amiga me lo aconsejó y me está guiando.
Le escribe Mariana y desde que vivo en el interior, mi vida cambió. Soy maestra en un campo de Veraguas y es allí donde empezó el problema.
Sin querer, me he enamorado del padre de uno de mis estudiantes. Ese hombre es buen señor, porque veo que atiende a su hijo y a su esposa.