El viernes pasado realicé un viaje de trabajo a la provincia de Darién, donde quedé admirada por la gran labor que un grupo de personas realiza, en este caso, en la comunidad de Boca de Cupe.
A llegar, el grupo de periodistas nos encontramos con decenas de personas humildes, de escasos recursos, quienes tuvieron que viajar hasta siete horas para recibir servicios de salud.
Niños sin zapatos que correteaban de un lugar a otro, mujeres que trataban de conseguir medicamentos y hombres cuya piel bañada por el sol demostraba la ardua labor que realizan en el campo.