Los primeros minutos la Rojita empezó bien, tocando y aguardando cuando era necesario, pero como ya es habitual, el equipo fue perdiendo ritmo y le cedió terreno a un conjunto egipcio que, aunque no lució el vértigo que presumió ante Brasil, sí mereció ganar.
La primera mitad fue casi pareja, pero en la segunda, la diferencia entre uno y otro equipo se ahondó.